Cuando nuestro políticos valorarán lo mismo a un español, o a un policía, como a un inmigrante marroquí.
Un marroquí agrede a un policía que le recriminó que se pusiera la mascarilla en un autobús de Zaragoza.
Porqué no se ha defendido el policía ante la agresividad de este individuo marroquí, pues sencillamente porque el agente no sabe si alguien esta grabando dichas imágenes y con ello poder tener una defensa, porque si se le ocurre pegarle a dicho elemento, se le hubiera caído todo el peso de la ley (a él si), en cambio al inmigrante marroquí el pegar le sale gratis, gracias al buenismo de nuestro políticos y de la justicia a favor de los intocables inmigrantes.